Es el tumor hipofisario más frecuente, cerca de 50 % del total, es benigno y en 90% de los casos es pequeño (microadenoma: menor de 10 mm); además excepcionalmente aumentan de tamaño.
El cuadro clínico típico se compone de trastorno menstrual, esterilidad y galactorrea.
Niveles de prolactina superiores a 100 ng/mL son prácticamente diagnósticos de prolactinoma, siempre y cuando no existan embarazo y/o hipotiroidismo.
Los macroprolactinomas son mayores de 10 mm y es la variedad más frecuente en el hombre.
Para inducir ciclos menstruales regulares se usa un compuesto estrógeno-progestina; además si no hay interés en embarazo se prescribe un anticonceptivo hormonal oral.
Zarate, et al. El manejo óptimo del prolactinoma. Gac Méd Méx Vol.140 No. 5, 2004